EL AMIGO DEL HOGAR
Guaranda, 07-08-2011
SOBERANÍA ALIMENTARIA Y BUEN VIVIR
El Art. 281 de la Constitución de la República señala: “La soberanía alimentaria constituye un objetivo estratégico y una obligación del Estado para garantizar que las personas (…) alcancen la autosuficiencia de alimentos sanos y culturalmente apropiados de forma permanente”. No cabe duda que el régimen alimentario de nuestros antepasados era más sostenible y de gran contenido vitamínico ya que provenían de suelos fertilizados orgánicamente y sus resultados alcanzaban elevados niveles de vida entre 70, 80, y 110 años de edad; ¿por qué? simple y llanamente porque sus productos aún no conocían la inserción de químicos durante la siembra, deshierba de plantas y la cosecha.
Variedad de productos de origen andino han sido siempre la dieta y régimen alimentario desde épocas primitivas, así por ejemplo: el trigo con diversidad de proteínas, carbohidratos y minerales, vitaminas B, E y K, regulador del colesterol, evita la acumulación de grasa en el hígado, protege el sistema nervioso y combate la ansiedad y depresión; la cebada, compuesta por calorías, carbono, proteínas, ácidos grasos y minerales; la harina de haba, rica en calcio, potasio, fósforo, magnesio, cobre y hierro; el babaco contiene vitaminas A y D2 y ayuda a eliminar el ácido úrico; el fréjol, previene la anemia, el estreñimiento y la diabetes, incluye vitamina B1 y mucha proteína; la oca, rica en calcio y fósforo, incluye oxalato de potasio, proteínas, carbohidratos, calcio, fósforo y hierro; la zanahoria, comprende vitaminas A, E, D y K; la mashua, tubérculo del cual se hacen sopas y mermeladas, reduce los niveles de testosterona, cura el hígado, riñón y próstata y es conocida como el "viagra andino"; el melloco cubre hasta 15,7% de proteína; carbohidrato, 81,1%; grasa, 1,4%; ceniza, 4%; y fibra; 5%, ayuda a prevenir el cáncer; la papa tiene alto contenido de carbohidrato, aminoácidos y vitamina C; el maíz alimento privilegiado y es un potencial antioxidante y da mucha energía, retrasa los efectos del envejecimiento; el tomate de árbol, poseedor de vitamina C; y, el chocho con alto contenido de alcaloides, contiene proteína y calcio de calidad.
En estos momentos, vivir en el campo con la fragancia de las plantas, la pureza del agua, desayunar café con tortillas de trigo o maíz, almorzar una sopa de harina de haba acompañado de papas del lugar, saciar la sed con un batido de máchica después del medio día; y, por la noche ingerir unas bolas de trigo, agregado de habas tiernas y choclos, realmente que constituye un gran privilegio, tomando en cuenta que todavía quedan algunos comestibles para los días siguientes y sin repetirse por lo menos en una semana.
Por otro lado, nuestra provincia de Bolívar posee diversidad de climas y varios productos alimenticios de sierra y costa, ricos en proteínas y con muchas opciones para la prevención de enfermedades; el problema grave está en la falta de reactivación agropecuaria; la ausencia de vías de comunicación para el transporte de alimentos; y, la poca importancia de las autoridades de turno para entender que todos somos corresponsables de la sostenibilidad alimentaria y el buen vivir, aún habiéndose hecho constar en la Constitución de Montecristi, que no da “pie con bola”.
Dr. Saúl Mayorga Puma, MSc.
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