lunes, 22 de agosto de 2011

¿ES POSIBLE LA UNIDAD BOLIVARENSE?

EL AMIGO DEL HOGAR
GUARANDA 21-08-2011

¿ES POSIBLE LA UNIDAD BOLIVARENSE?

Las conmemoraciones religiosas como expresión de auténtica fe, asociado de diversas manifestaciones tradicionales como la despedida del “año viejo”, el inicio de un nuevo año, pasando por las famosas festividades carnestolendas, la Semana Mayor donde se recuerda el mayor acontecimiento del mundo cristiano, los actos cívicos y religiosos que se reviven en las distintas poblaciones hasta cerrar el año con el día de nuestros difuntos y el pase del Niño Jesús, nos invita a pensar que en todos estos acontecimientos, los bolivarenses estamos siempre unidos, sin importar razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, filiación política, condición socio - económica, orientación sexual, estado de salud, condición física, etc.; inclusive cuando somos convocados a una minga o un acto de solidaridad, ahí está la presencia del hermano bolivarense.

Pero, ¿qué ocurre cuando se trata de apelar al cumplimiento de legítimos derechos colectivos y exhortar la ejecución de obras insinuadas por los políticos de turno e incumplidas por varias décadas?, simplemente para citar como ejemplos, el asfaltado de vías de primer orden, lastrado de vías de acceso a parroquias y recintos; la apertura de caminos vecinales, construcción de puentes o tendido de tuberías; la dotación de agua, energía eléctrica y telefonía convencional; la construcción de escuelas con diversas aulas e incremento de docentes; el diseño y construcción de escenarios deportivos; la reactivación agropecuaria y facilitación de comercialización de productos; la instalación de equipos agroindustriales para procesamiento y obtención de derivados; la apertura a la explotación del turismo, etc. En todas estas necesidades que constituyen fuentes del buen vivir y herramientas necesarias para asegurar el régimen alimentario, se OBSERVA una sociedad fraccionada en diversas grupos, sumado a ello, la indiferencia y el quemimportismo, dando como resultado la ausencia de rendición social de cuentas y la aceptación tácita frente a la inacción e incumplimiento de los planes de trabajo de los ciudadanos electos en las urnas. ¿Será que todavía seguimos creyendo en los “famosos” consejos que daban los terratenientes a nuestros abuelos y aún no nos soltamos de esos nudos ciegos?

Estamos unidos sí, para las celebraciones sociales porque nos gusta la música  y el “pájaro azul”  que desde luego no es bebida de identificación cultural de la provincia, pero nos encuentran divididos en pequeños grupos y preferimos guardar silencio absoluto cuando no se ve la obra pública, recibimos pésimos servicios públicos y avalamos con nuestra actitud la poca o ninguna gestión de nuestros representantes a los organismos de derecho público.

¿Es posible la unidad bolivarense?, desde luego que sí. La propia Constitución y el mismo lema gubernamental de “La Revolución Ciudadana” nos invitan a ser partícipes y actores directos en la construcción de un nuevo país, empezando por los anejos más apartados, por las parroquias y cantones que conforman una región. Si esta Unidad es posible como instrumento constitucional para obligar a HACER y fiscalizar los actos públicos sin ningún temor, pues empecemos por esa tarea prioritaria y fundamental que sí lo podemos.


Dr. Saúl Mayorga Puma, MSc.

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