GUARANDA, 15-07-2012
MÁS HECHOS,
MENOS PALABRAS
Según las dialécticas de Hegel centrada en el devenir, la
contradicción y el cambio; y, la de Marx aplicado a los procesos sociales y
económicos, nos induce a determinar que cualquier cosa que se quiere expresar
sólo hay una palabra para decirlo, un verbo para animarla y un adjetivo para
calificarla, no obstante, cuando intentamos graficar algún hecho, propuesta o
idea, casi siempre nos encontramos con una manifestación como de rechazo “más
hechos, menos palabras”.
A esta frase puede atribuirse lo de las campañas políticas para
elegir diversos dignatarios, donde muchos partidos y movimientos políticos agitan
todas sus infraestructuras y preparan sus estratagemas para persuadir a sus
electores; o aquello de los spots publicitarios como “Obras son Amores” con los
colores verde y rojo, en grandes letreros confundidos entre la densa vegetación
y pequeños chaquiñanes de épocas pasadas de García Moreno, Flores, Veintimilla,
Chavez del Pozo y Alfaro.
Tampoco podemos sustraernos y dejar de referirnos a la excelente
campaña del señor alcalde de Guaranda con influencia provincial de “chicha
quiero, chicha quiero … trago no…” para evitar el consumo desproporcionado de
etanol (“pájaro azul”), mientras en las mismas festividades de ese carnaval aculturado,
neocarnavalizado y convertido en fiesta
esquizofrénica por las tristes secuelas observadas en los últimos tiempos, se
permite la ubicación de grandes plataformas, música electrónica distinta de
nuestro carnaval original y de sano esparcimiento, y bidones de “pájaro azul”,
supuestamente con el permiso de la misma municipalidad, intendencia y
organismos competentes de regular estas actividades.
Con esto no queremos decir que estamos en contra del carnaval o
que tratamos de ahuyentar el comercio, los disfrutes, el libre mercado e
incluso la libertad de beberse el tradicional aguardiente de caña de azúcar,
jugar carnaval y disfrutarlo al máximo – no, definitivamente no, lo que
invocamos e invitamos hacerlo es de forma moderada, respetuosa y sin excedernos;
esa es la mejor carta de presentación para nuestros invitados y turistas que
desean saber y conocer nuestra tradición cultural ancestral, más no las
expresiones o parodias de otros pueblos, naciones sudamericanas y culturas orientales
y occidentales.
Está bien que se divulguen campañas masivas para prevenir el
consumo de drogas, alcohol, cigarrillos, etc.; pero muy mal que las autoridades
nacionales confundan a Guaranda como la provincia de Bolívar y todo se
centralice en esta urbe. Su burgomaestre tiene toda la razón para congregar los
recursos a sus tres parroquias urbanas y sus ocho rurales, mientras la otra
mitad de la población correspondiente a los seis cantones y 11 parroquias
rurales, han dejado de ser tomados en cuenta por mucho tiempo, por lo que
amerita hablar menos de determinada ciudad y hacer más obras eliminando las
inequidades.
SAÚL MAYORGA PUMA
Chapacotense
de Pura Cepa
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