EL AMIGO DEL HOGAR
GUARANDA, 26-08-2012
RELIQUIA HISTÓRICA DE LA CULTURA UNIVERSAL
Hablar del gran
Imperio Chimbo apostado a lo largo del callejón interandino, es referirse a una
diversidad de pueblos y asentamientos humanos referenciados por los indómitos y
aguerridos chimbus que poblaron parte de territorios fraccionados en las
provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Bolívar y Los Ríos,
según relato del padre Juan de Velasco Pérez Petroche. En la actual provincia
de Bolívar con excepción de El Amigo del Hogar y Radio Mundo de Chimbo, casi no
se habla de este valioso tema.
Su historia
se vuelve más importante, por el enorme interés de cronistas y escritores
extranjeros que visitaron Chimbo a raíz de la invasión española, tales como el ensayista
peruano Pedro Cieza de León y la Misión Geodésica Francesa (1732); varios de
sus escritos están fragmentados en diversas obras que no han podido ser
recopiladas por descuido de los organismos de cultura o simplemente por el
desconocimiento y mentalidad primitiva de quienes han circulado por el cabildo
chimbeño y que incluso han preferido levantar un descomunal monumento al
invasor Sebastián Moyano pero le han hecho pedazos la efigie representativa de
los chimbus, acto que ha sido rechazado por los ofendidos de nuestra sagrada
raíz identitaria, en espera que la Fiscalía y la Función Jurisdiccional
investiguen para dar con el paradero de los autores, cómplices y encubridores
de este execrable acto delictivo. Tan importante ha sido, es y será el gran
Imperio Chimbo, que se ha convertido en reliquia histórica de la cultura
universal, pues si uno visita el gigantesco
Museo El Prado en Madrid, en la galería de pinturas aparece las obras
del español Francisco de Goya y Lucientes (1746) que hace relación a las
costumbres ancestrales del Chimbo antiguo como los lienzos de la gallina ciega, los columpios,
los zancos y detalles atractivos de la época.
Antes de los
fatales terremotos del siglo XVIII, se presume que Chimbo fue un inmenso valle
que descendía desde Cochabamba hasta los territorios de Santiago, San Vicente y
San Miguel en las faldas de los páramos occidentales y que su fortaleza
principal estuvo asentada en la ciudad actual, vigilada en forma permanente por
sabios y estratégicos chapacotos y asancotos, de cuyas sendas tribus se dividieron
en parcialidades para cumplir diversas actividades y por afinidad sanguínea,
tales como los cahuasis, cuasis, gambos, guamachucos, guangaragras, guayllas,
liacas, ilapos, pindiaguas, schuras, surupugros y tanisahuas en Asancoto -
Asunción; los achachis, amichullíes, gualasayes, guarguares, guayawis,
ilambulos, machayes, y panchiguas en Chapacoto – Magdalena; los lambazás y
pacatones en Tumbiguán – San Sebastián; y, más de cien culturas en los 7
cantones y 19 parroquias rurales, aún en proceso de lenta recuperación.
Así como la leyenda de Rómulo y Remo
constituye la literatura fascinante de los romanos y la del Rey Arturo para los
ingleses, así se infiere la historia de los cañaris, puruháes, quitus, shirys y
los chimbus, estos últimos ocultados de manera perversa por ciertos
historiadores que más se interesaron por convertir en héroes a sus personajes
ídolos, dependiendo de la alcurnia, apellidos y connotaciones sociales; lo que
vuelve en imperativo urgente para RESCRIBIR la verdadera historia y difundir de
manera obligatoria como asignatura en escuelas, colegios y universidades,
conforme lo ordena la Constitución de Montecristi.
SAÚL
MAYORGA PUMA
Chapacotense de Pura Cepa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario