viernes, 24 de agosto de 2012

RELIQUIA HISTÓRICA DE LA CULTURA UNIVERSAL


EL AMIGO DEL HOGAR
GUARANDA, 26-08-2012
 
RELIQUIA HISTÓRICA DE LA CULTURA UNIVERSAL

Hablar del gran Imperio Chimbo apostado a lo largo del callejón interandino, es referirse a una diversidad de pueblos y asentamientos humanos referenciados por los indómitos y aguerridos chimbus que poblaron parte de territorios fraccionados en las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Bolívar y Los Ríos, según relato del padre Juan de Velasco Pérez Petroche. En la actual provincia de Bolívar con excepción de El Amigo del Hogar y Radio Mundo de Chimbo, casi no se habla de este valioso tema.

Su historia se vuelve más importante, por el enorme interés de cronistas y escritores extranjeros que visitaron Chimbo a raíz de la invasión española, tales como el ensayista peruano Pedro Cieza de León y la Misión Geodésica Francesa (1732); varios de sus escritos están fragmentados en diversas obras que no han podido ser recopiladas por descuido de los organismos de cultura o simplemente por el desconocimiento y mentalidad primitiva de quienes han circulado por el cabildo chimbeño y que incluso han preferido levantar un descomunal monumento al invasor Sebastián Moyano pero le han hecho pedazos la efigie representativa de los chimbus, acto que ha sido rechazado por los ofendidos de nuestra sagrada raíz identitaria, en espera que la Fiscalía y la Función Jurisdiccional investiguen para dar con el paradero de los autores, cómplices y encubridores de este execrable acto delictivo. Tan importante ha sido, es y será el gran Imperio Chimbo, que se ha convertido en reliquia histórica de la cultura universal, pues si uno visita el gigantesco  Museo El Prado en Madrid, en la galería de pinturas aparece las obras del español Francisco de Goya y Lucientes (1746) que hace relación a las costumbres ancestrales del Chimbo antiguo como los  lienzos de la gallina ciega, los columpios, los zancos y detalles atractivos de la época.

Antes de los fatales terremotos del siglo XVIII, se presume que Chimbo fue un inmenso valle que descendía desde Cochabamba hasta los territorios de Santiago, San Vicente y San Miguel en las faldas de los páramos occidentales y que su fortaleza principal estuvo asentada en la ciudad actual, vigilada en forma permanente por sabios y estratégicos chapacotos y asancotos, de cuyas sendas tribus se dividieron en parcialidades para cumplir diversas actividades y por afinidad sanguínea, tales como los cahuasis, cuasis, gambos, guamachucos, guangaragras, guayllas, liacas, ilapos, pindiaguas, schuras, surupugros y tanisahuas en Asancoto - Asunción; los achachis, amichullíes, gualasayes, guarguares, guayawis, ilambulos, machayes, y panchiguas en Chapacoto – Magdalena; los lambazás y pacatones en Tumbiguán – San Sebastián; y, más de cien culturas en los 7 cantones y 19 parroquias rurales, aún en proceso de lenta recuperación.

Así como la leyenda de Rómulo y Remo constituye la literatura fascinante de los romanos y la del Rey Arturo para los ingleses, así se infiere la historia de los cañaris, puruháes, quitus, shirys y los chimbus, estos últimos ocultados de manera perversa por ciertos historiadores que más se interesaron por convertir en héroes a sus personajes ídolos, dependiendo de la alcurnia, apellidos y connotaciones sociales; lo que vuelve en imperativo urgente para RESCRIBIR la verdadera historia y difundir de manera obligatoria como asignatura en escuelas, colegios y universidades, conforme lo ordena la Constitución de Montecristi.

SAÚL MAYORGA PUMA
Chapacotense de Pura Cepa.

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